miércoles, 26 de noviembre de 2008

Por la recuperación de Repsol

En estos días esta surgiendo una fuerte controversia, acerca de la supuesta -y yo añadiría más que supuesta- españolidad de REPSOL, alarmados y alarmadas ante un histérico “Que vienen los Rusos”, puesto que la derecha ha dado la voz de alerta ante el peligro bolchevique, que en modo alguno representa una empresa cuajada de mafiosos.

No son el problema los rusos, o la estrategia de la Federación Rusa de hacerse con la energía del planeta, que se disputa con otras potencias, incluidos los EE.UU. No, CREO QUE EL PROBLEMA ES OTRO.

Tampoco los cantos de sirena al libre mercado de algunas y algunos dirigentes gubernamentales son, digamos, muy comprensibles. Si algo no es libre, es el mercado y si hablamos del energético, menos.

El problema es que REPSOL fue indecentemente privatizada. Que alguien regaló al mercado, es decir a accionariado internacional privado, una de las empresas públicas punteras españolas, estratégica donde las hubiere. Creo que fue Aznar.

El sector público español fue privatizado con nocturnidad y alevosía. Tuvo fundamentalmente dos padres intelectuales en Carlos Solchaga y Rodrigo Rato, en diferentes etapas, siendo Solbes colaborador necesario y Felipe González y Aznar, presidentes del Gobierno.

Se privatizó el sector público bancario. Recordemos ahora Argentaria, anteriormente Banco de Crédito Local, el Banco Exterior de España, y también toda la red del Banco Hipotecario. Ahora se dispondría de un elemento político de primer orden para apoyar con eficacia y efectividad a PYMES, familias, nuevos hogares y Ayuntamientos y además no ceder a chantajes del poderoso lobby bancario. También CAMPSA, REPSOL y toda la comercialización de hidrocarburos en el territorio del estado español.

Fueron igualmente privatizadas muchas industrias y desmantelado un poderoso sector industrial público, contribuyendo también a que China sea la fábrica del mundo, desde el mismísimo Estado.

Ahora es el momento de empezar de nuevo. Si se quiere que REPSOL sea española, pues que se compre por parte del Estado, al menos la parte en venta.

Habrá que volver a reconstruir la banca pública y habrá de extraer consecuencias acerca de las prácticas políticas neoliberales en España, que se dieron y se siguen dando.

El neoliberalismo aquí también nos ha hecho mucho daño, y sus actuaciones privatizadoras han desmontado y dejado inerme al Estado, al menos con menor capacidad de maniobra, lo que quiere decir sin capacidad de intervención democrática en la economía. Si bien habría que afirmar que, a pesar de todo, si existiera la voluntad política de intervenir más y con más valentía, el gobierno podría hacerlo. Además, se sigue apoyando en España con los ojos cerrados las políticas de la UE, que estando como está de forma abrumadora en manos de gobiernos conservadores y liberales, solo impone más desregulación y más privatizaciones.

Resulta curioso como los liberales y democristianos europeos en el poder, han hecho trizas las medidas liberalizadoras de la UE, saltándose a la torera el Pacto de Estabilidad, e intervenido en todo lo que desean, al objeto de defender sus intereses nacionales, que en realidad son los intereses de las clases poseedoras y burguesas.

Si todas estas privatizaciones no se hubieran producido en España, ahora estaríamos mejor preparados ante la crisis financiera. La sistémica, esa ya es otra cosa más profunda y que por supuesto desde el poder nadie se atreve a abordar. Pero lo cierto es que volver a aplicar recetas liberales para paliar la crisis solo será otro fracaso.

Comencemos pues al menos por recuperar a REPSOL, dándole de paso un componente ético y público del que carece, y por crear la Banca Pública.

Carlos Martínez García - Presidente de ATTAC España

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