Las teorías neoliberales han propugnado la introducción de mecanismos de gestión privada dentro de los sistemas públicos de salud. Estas teorías han tenido especial relevancia a partir de las propuestas de Einthoven en los años ‘80 del siglo pasado, centradas en el desarrollo de la llamada competencia gestionada y el desarrollo de mercados internos dentro de los sistemas sanitarios. La aplicación de estas teorías en los sistemas sanitarios tuvieron un gran desarrollo desde los gobiernos de Margaret Thatcher en el Reino Unido y su puesta en práctica en el Servicio Nacional de Salud lo sumió en una profunda crisis de la que todavía no se ha recuperado.
Las fórmulas concretas son muy variables y se basan en dos premisas: las supuestas virtudes del mercado a la hora de la provisión de los servicios sanitarios y la búsqueda de la eficiencia económica en los centros sanitarios mediante la utilización de las técnicas del sector privado. Sobre estas premisas se ha avanzado en varios modelos de gestión a los que vamos a referirnos centrándonos más en los que se han implantado en España.
FUNDHODINGS
Son médicos de atención primaria con presupuestos. Es un modelo desarrollado en el Reino Unido en el que los médicos de primaria reciben los fondos totales para la atención de sus pacientes y ellos pagan y contratan la hospitalización, derivaciones a especialistas, pruebas diagnósticas, etc., quedándose con los superávit. Presenta muy serios problemas por la tendencia al ahorro de prestaciones necesarias y la gran desigualdad en la atención sanitaria. En España no se ha desarrollado aunque hay alguna experiencia parecida en Cataluña como las EBA (empresas de base asociativa) que son grupos de médicos que conciertan con el sistema sanitario público la asistencia de una población.
TITULARIDAD PÚBLICA Y GESTIÓN PRIVADA
Se trata de fundaciones sanitarias, empresas públicas, etc. Introducen las técnicas de gestión privada en el sistema sanitario, laboralizando el personal. La experiencia indica que se caracterizan por tener un número significativamente menor de personal y un funcionamiento no mejor, pero sí más barato, en comparación con el sistema sanitario tradicional. Las fundaciones son mas baratas que los centros tradicionales, porque tienen menos personal, realizan menos actividad y ‘producen’ menos UPH (unidades de producción hospitalarias = actividad ajustada por complejidad). Las fundaciones son una iniciativa del PP en Galicia extendida a seis comunidades, y que se ha copiado en Inglaterra. Algunos gobiernos autonómicos (Galicia, Murcia) están volviendo a reintegrar a estos centros en la gestión tradicional.
CONCESIONES ADMINISTRATIVAS
Una fórmula que consiste en dejar en manos del sector privado la atención sanitaria de un área. Inicialmente, el hospital de Alzira (Alicante) se trató de un centro construido por el sector privado que se hacía cargo de la asistencia especializada durante un plazo de 30 años a cambio del pago de un canon anual. Luego se amplió a la atención primaria y especializada (Alzira y Denia) e incluso a la atención sociosanitaria (Torrevieja). El modelo supone una privatización clara, la prestación queda en manos del sector privado sin dar ninguna opción de elección a los ciudadanos, encarece notablemente el coste y fomenta desigualdades en la asistencia en cuanto a los ciudadanos de la zona asignada y los que provienen de otras zonas (estos se cobran aparte) y también la no utilización de recursos públicos existentes (Valdemoro en Madrid).
INICIATIVAS DE FINANCIACIÓN PRIVADA
El nombre procede del nombre en inglés (PFI) y tiene larga experiencia en el Reino Unido: una empresa privada construye el hospital y se queda con la gestión de la parte no sanitaria a cambio de un pago durante 30- 60 años, mientras que el sector público sigue gestionando lo sanitario.
En Madrid están previstos siete hospitales (seis han iniciado su funcionamiento y además la parte sanitaria se gestiona mediante una empresa pública distinta para cada centro) y otro más en Burgos. Los resultados en Inglaterra son conocidos y coinciden con lo que esta sucediendo en Madrid, tienen menos camas, menos personal, peor funcionamiento y calidad de las prestaciones y muy serios problemas a la hora de coordinarse las dos empresas que conviven en los centros. Por otro lado el coste es muy superior al del modelo tradicional. La conclusión de un estudio de la Organización Mundial de la Salud es que se trata de una mala fórmula que genera más problemas que los que resuelve. En suma, se trata de fórmulas que colocan el ahorro económico por delante de la salud de los ciudadanos y consideran a la salud no como un derecho sino como una mercancía.
Marciano Sánchez Bayle, médico y Presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid.
Fuente: Diagonal
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