Entre conciertos y privatizaciones de servicios las
administraciones aportan 2.500 millones al sector, lo que supone un 37%
de su facturación total.
La Federación Nacional de Clínicas
Privadas asegura que la concertación ha bajado un 15% y que los pagos en
30 días sólo se dan en un 11% de los casos
Buena parte del dinero que mantiene pujante el negocio
de la sanidad privada sigue llegando desde las arcas públicas.
Inexorablemente, mientras los Gobiernos destinan menos recursos a la
sanidad pública, el sector privado crece y se nutre, en buena parte, de
dinero de los impuestos que se trasvasa hacia centros de empresas
privadas.
El volumen de negocio de las clínicas
privadas no ha sufrido merma por la crisis económica con crecimiento. En
2012 la facturación ascendió a 6.125 millones de euros, un 0,4% más que
el año anterior. 1.702 millones procedieron de conciertos con las
administraciones públicas, un 27,8%. Pero no se queda ahí la
financiación pública de las compañías sanitarias, ya que la facturación
de las contratistas a las que alguna comunidad autónoma, como Madrid o
Valencia, cede la asistencia en hospitales o centros de salud añadió otros 800 millones, un incremento del 10% respecto a 2011. Así, el sector se embolsó 2.500 millones de las haciendas públicas, un 37,7% de todos sus ingresos.
Esta situación de "marcada dependencia" según explica la Federación
Nacional de Clínicas Privadas (FNCP), es delicada incluso para esta
patronal, ya que "sólo el 11% de las facturas se abonan en 30 días",
cuentan. Incluso aseguran que un tercio de clínicas acumula más de un
millón de euros adeudados. Y eso que la FNCP calcula que los conciertos
han disminuido "un 15%".
La Federación de
Asociaciones por la Defensa de la Sanidad Pública analiza, en cambio,
que este proceso sigue la lógica de un plan que parte del Gobierno y se
apoya en las empresas del sector. Entre otros aspectos, destacan "la
generalización de la atención sanitaria de funcionarios mediante
acuerdos con aseguradoras privadas o la privatización de recursos con la
gestión de centros por parte de contratistas".
Estos aspectos están desde hace mucho tiempo en las agendas de las empresas sanitarias y de algunos dirigentes políticos.
El 23 de mayo de 2012, en el hotel Hesperia de Madrid, se produjo un
encuentro especializado en Gestión de Clínicas. Se habló de "la visión
del nuevo Gobierno sobre el papel que debe desempeñar la sanidad privada
en el sistema sanitario" o de "nuevas líneas de actuación en la
participación público-privada". A 1.150 euros por asistente y
patrocinada por Asisa, la inauguración corrió a cargo de José Ignacio Echániz,
el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha y secretario del sector
del Partido Popular. Entre los ponentes aparecía el director de Colaboración Público-Privada de Deloitte,
el de Servicios Hospitalarios de Acciona, del Grupo Quirón… El cierre
fue reservado para el director General de Hospitales de Madrid, Antonio
Burgueño.
Reformas más colaboración privada
La sanidad privada insiste en participar en el diseño del sistema
sanitario español. Una agrupación denominada Instituto para el
Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) reclamó en su barómetro 2013
que se cuente con ellos en la "planificación estratégica". El IDIS
tiene entre sus patronos a IDCSalud, Sanitas, Unilabs, Asisa o Adeslas.
Su presidente, Iñaki Ereño, considera que el éxito de las "reformas pasa
por la colaboración y complementariedad con el sector privado".
Estas demandas no caen en saco roto. Se producen luego de decisiones
por parte de los responsables políticos que abundan en estas peticiones.
De no ser por la suspension cautelar que los jueces han impuesto, la
aportación pública a las cuentas de resultados del negocio sanitario
privado habría experimentado un gran empujón.
El plan privatizador de la Comunidad de Madrid que preveía ceder a contratistas seis hospitales públicos tenía asignados unos 559 millones de euros anuales para
las empresas adjudicatarias (Sanitas, Ribera Salud e HIMA San Pablo).
Los presupuestos del presidente regional Ignacio González y el consejero
Javier Fernández-Lasquetty (PP) incluían en el programa 750 partidas
(de la 252BO a la 252HO) pensadas para la privatización. Ese dinero
supone un incremento del 69,8% de golpe de la aportación al sector
mediante la concesión de servicios (que ascendió a 800 millones en
2012).
No es la única manera de incidir en esa estrategia. En 2012, la Comunidad de Madrid
fue aumentando hasta llegar a un 55% su presupuesto para "asistencia
con medios ajenos", de 627 a 972 millones. La patronal de las clínicas
admite que "el 70% de los centros privados tiene algún tipo de concierto
tanto para las listas de espera como para las pruebas diagnósticas"
Raúl Rejón
Eldiario.es
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