La historia de la Universidad española desde el ‘Trivium’ y el ‘Cuadrivium’ hasta la Declaración de Bolonia es la historia de una decadencia. Cada reforma de la Universidad ha empeorado la anterior con una tenacidad digna de admiración. La última de estas reformas, la que comenzó en 1991 con el proceso de Bolonia tiene sublevados a los estudiantes y a buena parte del profesorado. “Bolonia”, como se conoce entre los universitarios, es un compromiso de varios países para crear en 2010 un espacio común europeo de educación superior basado en la calidad, la movilidad, la diversidad y la competitividad. Sobre todo la competitividad. La obsesión de los políticos que han firmado Bolonia es que los estudiantes aprendan en la Universidad aquellos conocimientos que les permitan encontrar un puesto de trabajo. La formación, el desarrollo de la inteligencia crítica, el debate —pendiente— sobre lo que debe saber una persona culta en el siglo XXI, todo eso son paparruchas.
El contenido del saber lo deciden las leyes del mercado. Sólo vale lo que vale para encontrar trabajo. Quizás tengan razón y hoy día no tenga sentido seguir estudiando el ‘Quijote’ o las civilizaciones antiguas, salvo para montar otro Atapuerca, marca registrada. Seguro que los equivocados somos los profesores de Humanidades, que hemos consagrado nuestra vida a una disciplina del siglo XIX. ¿Cómo hacer rentables los estudios literarios, que consisten en leer y reflexionar? ¿Pidiéndole a la FNAC que elabore el temario de Filología? Microsoft o Telefónica acabarán desde luego diseñando el currículum de los ingenieros a los que luego contratarán. ¿Elaborará Paco El Pocero la carrera de Arquitectura?
El Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) es la herramienta con la que la Organización Mundial del Comercio (OMC) pretende "liberalizar" (privatizar) los SERVICIOS PÚBLICOS, un sector que supone el 33% del comercio mundial. Todo esto a espaldas de la ciudadanía, sin que pase por los parlamentos democráticamente elegidos ni, mucho menos, que se proporcione información por los medios de comunicación. ATTAC, junto con otros movimientos, exige la transparencia, información a la ciudadanía y por supuesto la paralización de la ola de privatizaciones que conlleva estas medidas.
¿Qué es ATTAC?
Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras especulativas y la Acción Ciudadana.
Movimiento Internacional de ciudadanos para el control democrático de los mercados y sus instituciones.
¿Sabías que tu futuro y el de los tuyos se decide en foros internacionales a los que sólo pueden asistir los grupos de interés de los opulentos y especuladores? Debido a esto el progreso sólo favorece a la minoría que ha establecido las reglas del juego. Muchas personas sufren las angustias de la inseguridad, el riesgo, la precariedad y el desempleo. En 1.960, el 20% más rico tenía 30 veces más que el 20% más pobre. En 1.990, 60 veces más. En 1.995, 82 veces más. En 2.003 ... No se trata, como quieren hacernos creer, de una evolución "inevitable", sino de las reglas de juego impuestas por las organizaciones y los grupos mundiales del poder económico. Estos grupos no cesan de hablar a favor de la liberalización y la desregulación, y en contra de las preocupaciones ecológicas y la sociedad del bienestar tachándola de "Estado asistencial" cuando ellos sólo favorecen el "asistencialismo" a los opulentos. Para lograr esto han hurtado al ciudadano su derecho a decidir sobre su futuro, e incluso, a estar informado.
¿Qué es ATTAC?
Nacido a partir de una propuesta del Director del periódico Le Monde Diplomatique, ATTAC es un movimiento internacional de ciudadanos preocupados por los asuntos colectivos y empeñados en buscarles solución.
¿Qué pretende?
La finalidad de ATTAC es devolver el poder a los ciudadanos. ¿Qué objetivos se propone?
Establecer mecanismos democráticos de regulación y control de los mercados y del sistema financiero internacional. Impulsar y fortalecer el desarrollo de una opinión pública mundial independiente, activa y bien formada. No es aceptable, ni justo, y no puede tener futuro el hecho de que para afianzar e incrementar el poder y la riqueza de una ínfima minoría, se imponga la destrucción de la naturaleza y la miseria, el riesgo y la inseguridad de la gran mayoría. ATTAC plantea como medidas de control democrático, entre otras: Gravar con el impuesto conocido como Tasa Tobin las transacciones especulativas en los mercados de divisas. Suprimir los paraísos fiscales. ATTAC colabora con otros movimientos, con redes sociales y con publicaciones para conseguir sus objetivos. Son ya miles las personas en el mundo que se han unido a ATTAC y participan en redes y grupos de información, de estudio y debate, y en campañas nacionales e internacionales.
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