Para poder comparar gasto
sanitario es preciso aclarar que hay tres grandes modelos de organización de
los servicios sanitarios: el de mercado, el de Seguridad Social (Bismark) y el de
Impuestos Generales (Beveridge). Los tres son el resultado de combinar de diferente forma los
tres elementos básicos con los que están construidos todos los sistemas
sanitarios: fuentes de financiación –recursos económicos-, proveedores
-médicos, hospitales, farmacias, etc.-, y mecanismos de asignación de los
recursos a los proveedores.
En el modelo de mercado (USA) la
sanidad es fundamentalmente privada, de manera que el acceso de los ciudadanos a
la misma depende de su poder adquisitivo, contratando las prestaciones que las
aseguradoras les ofrecen. Aunque la
atención sanitaria es, probablemente, la mejor del mundo para los ricos, su
alto coste y la poca intervención estatal implican que ésta es precaria e
incluso inexistente para los pobres y desempleados. Un 15% de la población
estadounidense carece de seguro médico, y los programas financiados con fondos
públicos, Medicare y Medicaid, sólo cubren a personas mayores de 65 años, a los
minusválidos y a los muy pobres[1].
En la siguiente entrada veremos cuánto cuesta a pesar de sus coberturas y
prestaciones.
De los países con modelos Seguridad Social, Alemania es el referente.
Casi todos los países han desarrollado sus sistemas sanitarios públicos a
partir de su Seguridad Social, posibilitando en algunos casos –como Italia y
España- una posterior migración a financiación por impuestos. En la actualidad
en la EU-15,
además de Alemania, tienen sistemas financiados fundamentalmente por la Seguridad Social:
Francia, Bélgica, Austria; en todos estos países existe una importante
aportación de impuestos, una tendencia que es más clara en las recientes
reformas de Alemania y Francia. Con el ingreso en la UE-25 de los nuevos países
del Este que han migrado a sistemas de Seguridad Social desde su anterior
financiación estatal, el modelo Bismarck es el dominante en la UE.
El referente internacional de los países con financiación sanitaria por
impuestos es Servicio Nacional de Salud
(National Health Service, NHS) del Reino Unido, creado en 1948 por el
gobierno laborista de Clement Atlee tras
el Informe Beveridge de 1942.
A este grupo se adscriben todos los países nórdicos
(Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega, Islandia), Irlanda y, en las últimas
décadas, los países del sur (Italia, España, Portugal).
En este cuadro defino las diferencias más importantes entre los dos últimos
modelos
Aconsejo a quienes estén interesados en conocer más estos modelos que lean
el artículo “El SNS español en perspectiva comparada europea”[2] de José Manuel Freire[3].
Pepe Martínez
Apuntes para la reflexión sanitaria
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