El
acoso de los mercados y las crisis de la deuda han servido de pretexto
para que numerosos Gobiernos europeos hayan decidido recortar la
inversión en educación.
Las imposiciones de
ajuste del déficit por parte del Banco Central Europeo se han cebado en
los denominados por la prensa económica anglosajona PIIGS (Portugal,
Italia, Irlanda, Grecia y España). Estos mandatos se han traducido en
estos países, entre otras medidas, en dramáticas limitaciones de los
presupuestos dedicados a la enseñanza.
Es la contradicción en la
práctica con aquella idea de una economía europea basada en el
conocimiento que entronizó el Tratado de Lisboa como factor diferencial
para competir en el mercado mundial. Así, esta vez, no es sólo la
educación superior la damnificada, como sucedió en las anteriores
reformas.
Si en los últimos años se había acelerado el proceso de
reconversión de los centros de educación superior en
universidades-empresa, ahora se ha recortado la financiación en otros
tramos de la educación. Las diferentes medidas han supuesto agresiones a
la formación básica que van desde la disminución de docentes hasta la
introducción, en Italia, de anuncios publicitarios en las aulas.
La
tendencia a recortar en educación no es nueva, aunque se ha agudizado
con la coyuntura actual. Tampoco es exclusiva de los denominados PIIGS,
Lituania recortó en un 48% su presupuesto universitario en 2009 y otro
18% en 2010. Estonia, Irlanda, Croacia, la República Checa, Macedonia,
Polonia, Serbia y Rumanía están haciendo ajustes severos de entre un 5% y
un 10% en su inversión educativa, tal y como señala
el informe publicado a principios de año por la Asociación de Universidades Europea (EUA).
Mientras
que el Banco Central Europeo (BCE) imponía la austeridad, Androulla
Vassiliou, comisaria de Educación de la UE, alertara en febrero de los
peligros de recortar la inversión educativa. Estas advertencias,
contradictorias con los imperativos del BCE de reducir la inversión
social del Estado, no han impedido que en este 2011 se hagan recortes de
700 millones en la enseñanza secundaria italiana o casi 200 millones en
la escuela portuguesa.
Italia e Irlanda, los pioneros
El
caso de Italia es paradigmático por la rapidez con la que se ha
producido el ajuste, y porque la enseñanza italiana ya había sufrido dos
grandes recortes en los años anteriores. La
primera Ley Gelmini
, conocida así por ser impulsada por la ministra de Educación Maria
Estella Gelmini, en 2008, supuso un recorte en los presupuestos
educativos de
8.000 millones de euros y unos 130.000 despidos entre docentes y funcionarios universitarios. La segunda reforma Gelmini,
aprobada en el otoño de 2010
, puso el acento del recorte en las becas a estudiantes y en profesores
investigadores. Además, también supuso la introducción de un 40% de
miembros de empresas privadas en el Consejo de Administración (máximo
órgano de la universidad).
La dotación pública para la
financiación de las becas disminuyó de 246 millones de euros a 25,7
millones, lo que supuso que el 80% de los estudiantes que tenían derecho
a beca se quedará sin ella. Esta asignación en 2012 se rebajará hasta
los 13 millones y las tasas en cinco años subirán más del 38%. La
reforma rebaja en más del 20% los fondos destinados a la investigación
académica en Italia. Afecta a los que llevan gran peso de la docencia,
los investigadores: quienes después de seis años no hayan logrado un
contrato abandonarán la universidad. Se va a reducir el número de
profesores con el llamado turn over (de cada cinco personas que se
jubilan, sólo se oferta una plaza).
En la enseñanza primaria, el
esperpento llegó del consejo provincial de Barletyta, Andria y Trani
(sur de Italia) que decidió abrir el melón de la financiación privada
ofreciendo poner anuncios publicitarios en las aulas de las escuelas.
Las empresas que paguen 69,80 euros más IVA pueden comprar una placa que
se pondrá en bancos y sillas de los institutos.
Irlanda, otrora
presentada como modelo, ha sido otra economía intervenida a instancias
de la UE y el FMI. Nuevamente, los ajustes se han realizado sobre el
sector público, incluyendo la educación. Así, entre otras medidas, el
Gobierno irlandés recortó un 9,4% su presupuesto destinado a educación.
Al mismo tiempo, las tasas universitarias se han llegado a multiplicar
por cuatro, pasando de estar en una media de 500 euros anuales a rondar
los 2.000.
Los ajustes de Grecia y Portugal
Grecia y
Portugal, pioneros en el formato de rescates económicos auspiciados por
la UE bajo control alemán, son buen ejemplo de cómo la inyección de
liquidez en estas economías se hace a cambio de auténticos planes de
choque sobre sus servicios públicos. A través de la coartada de la
necesidad de controlar la deuda y el déficit público, la UE ha
comprometido las “ayudas” a ambas economías a cambio de draconianos
recortes en sus sistemas educativos.
En el caso de Portugal, la
reducción de la inversión pública en educación se ha cifrado en 195
millones de euros, lo que ya significa una reducción del 8,5% del
presupuesto estatal dedicado a educación. De éstos, 95 millones serán
detraídos de los fondos destinados a la educación superior, lo que
supone un 12,4% menos del presupuesto del año anterior.
Por otro
lado, los recortes también están afectando a la contratación de
personal. En el caso portugués, 37.000 profesores interinos quedarán
fuera de sus plazas. De la misma manera, los recortes también van a
afectar a las ayudas directas al alumnado en forma de reducción del
programa de bolsas de estudio. Durante este curso, esta partida será
recibida por 64.000 alumnos (12.000 menos que el curso anterior) y han
sido rechazadas el 37,5% de las solicitudes (alrededor de 30.000).
En
Grecia, sometida ya a un doble plan de rescate, el Gobierno del PASOK
ha presentado a finales de julio un proyecto de reforma educativa en el
marco del plan de austeridad más general destinado a cumplir con las
obligaciones financieras impuestas por BCE, FMI y Comisión Europea. Este
proyecto afecta a diferentes cuestiones del sistema educativo,
especialmente del ámbito universitario. En su mayoría van dirigidas a
tratar de “racionalizar” la estructura administrativa y de Gobierno de
las universidades griegas (muy en línea con los planteamientos
ministeriales en el Estado español recogidos en la Estrategia
Universidad 2015).
Estas propuestas ya han sido criticadas por la Campaña Universidad Pública, que las considera destinadas a reemplazar
los órganos académicos por “consejos de administración”. Pero el
proyecto también viene a consolidar los recortes en los presupuestos
para la universidad, que en 2010 descendieron en un 30% y en 2011 lo han
hecho en otro 30%. Los recortes, además, afectarán de manera aguda al
profesorado. Así, según denuncia también la Campaña Universidad Pública,
“los nuevos nombramientos de personal docente seguirán a una ratio de
uno por cada diez jubilaciones”. En cuanto a la financiación, el
proyecto vuelve a introducir una cuestión central en la universidad
griega, caballo de Troya en el pasado para el movimiento estudiantil: la
financiación.
Así, el proyecto del Gobierno prevé introducir
fórmulas de financiación privada y garantizar las matrículas gratis sólo
los tres primeros años de universidad, abriendo las tasas a partir de
ese año. Por último, la enseñanza obligatoria también se verá afectada
por el tijeretazo. La reestructuración del sistema va a conducir a la
fusión entre sí de casi 2.000 escuelas, lo que llevará al cierre de casi
mil de ellas. Y, a su vez, se calcula que entre 3.500 y 4.000 profesores perderán su trabajo de forma directa por esta medida.
Los recortes en educación se propagan por los países europeos
Inglaterra sube sus tasas de forma espectacular
Hasta
9.000 libras (unos 10.500 euros) pueden llegar a pagar los estudiantes
ingleses por un año de matrícula en las universidades públicas. La
cuantía total de los recortes asciende a la espectacular cifra de 93.000
millones de euros. Miles de estudiantes tomaron al asalto la sede del
partido conservador en la oleada de protestas por la reforma.
Letonia sufre el más draconiano de los recortes
En
el 2009, las universidades públicas letonas tuvieron que hacer frente a
una reducción del 48% de su presupuesto, a la que siguió, en 2010, otra
reducción del 18%. Los profesores han visto reducidos los salarios, se
han congelado las contrataciones y se han reducido las becas y servicios
para estudiantes, también en los programas deportivos.
Estonia y Lituania se suben a la ola de tijeretazos
Los
países bálticos han recibido recomendaciones de los organismos
económicos internacionales para que disminuyan su inversión en
educación. En Estonia la inversión cayó un 10% en 2010, continuación del
7% que ya había disminuido en 2009. En Lituania encadenan dos años
consecutivos recortando el 8% de su presupuesto educativo.
Rumanía, Hungría y Bulgaria también recortan
En
Rumanía, el recorte asciende a un 10% y se ha cebado principalmente con
el salario de los profesores, que pasarán a cobrar 230 euros mensuales
en lugar de 360. En Bulgaria, las tasas para los estudiantes
universitarios han aumentado un 20%. En Hungría, se ha recortado la
inversión prevista para las universidades en un 15%.
Los recortes balcánicos y la República Checa
La
República Checa ha recortado un 5% de su presupuesto en 2011, pero en
2010 fue un 10%, esto se ha traducido en sueldos más bajos para los
profesores y menos alumnos en las universidades. En los países
balcánicos, los menos afectados, los porcentajes de ahorro oscilan en
torno al 5%.
Joseba Fernández y Tomás Muñoz
Diagonal