jueves, 2 de febrero de 2012

Externalizacion de servicios sanitarios públicos en España

Privatizar es «transferir una empresa o actividad pública al sector privado» (RAE). Externalizar no es un vocablo recogido en la RAE, sino que es una adaptación al español del concepto “outsourcing [1], el proceso económico en el que una empresa subcontrata algunas tareas propias a otra empresa externa mediante un contrato, para obtener ventajas competitivas como menores costes salariales mediante la contratación de servicios para la empresa en el exterior de la misma. En definitiva, consiste en movilizar recursos hacia una empresa externa a través de un contrato. De esta forma, la compañía subcontratada desarrollará actividades en nombre de la primera. Esto provoca precariedad laboral de los subcontratados y la destrucción de puestos de empleo de calidad en la economía nacional de la empresa contratante[2].
 
Este invento nació en Estados Unidos en 1989, como un intento, de las empresas para reducir sus costes fijos consiguiendo al mismo tiempo flexibilizar su estructura productiva y optimizar el uso de recursos (efecto Kodak). 
 
El problema está en que la empresa contratada no comparte la cultura de la empresa, no conoce a los trabajadores, ni la forma de trabajo y, además, no hay un compromiso moral de un trabajo bien hecho, dado que es una subcontratación, es decir, no forman parte de la empresa[3].
 
Si esto es en sí mismo un serio problema, cuando la externalización se produce entre el sector público y el privado se presenta un serio conflicto de valores éticos y no hay que olvidar que estos son los que acompañan en cada actuación que se hace en el trabajo y permiten orientar, no dictar o imponer, el comportamiento de los empleados[4] (recomiendo la lectura de este artículo).
 
La administración pública genera valor público al proteger nuestras fronteras, mantener limpias las calles, y al brindar educación y salud a sus ciudadanos. Los directivos del sector público crean valor público en la medida que logran satisfacer los deseos de sus ciudadanos, mientras que la misión primordial para el sector privado es generar utilidades (valor privado) para la empresa en que trabaja[5]. Los primeros buscan alcanzar sus objetivos mediante la protección social y la redistribución de recursos mientras que la privada se interesa en el ánimo de lucro buscando la rentabilidad económica[6].
 
Una idea básica: privatizar es dejar de prestar un servicio público y externalizar es contratar ese servicio con proveedores privados; en este caso, la administración pública está obligada al control del servicio contratado. Un ejemplo: la endodoncia, ortodoncia o los implantes son prestaciones privadas que cualquier odontólogo titulado puede aplicar en su consulta privado, el Estado normaliza la prestación pero el SNS no la ofrece en su cartera de servicios. Es una prestación privada sin más control de calidad que el establecido por el código deontológico de Colegio Oficial de Médicos y la legislación general. En cambio, cuando a un paciente del SNS se le practica una RMN con contraste en un centro concertado, es obligatorio que se cumpla con la normativa del consentimiento informado del SNS, ha de ser vigilada por un médico y cumplir con los controles de calidad establecidos en el contrato del concierto. La administración pública tiene la obligación y responsabilidad de tutelar el proceso.
Con estas premisas podemos acercarnos al problema de las externalizaciones en la sanidad pública española con los últimos datos publicados por el msps (24 de enero 2012)
 

Desde el 25,45% de Cataluña al 3,66% de Castilla- La Mancha hay todo un abismo que obliga a plantearnos si pertenecen al mismo sistema sanitario, máxime si la media española es del 9,04% pero, si exceptuamos a Cataluña, la media nacional baja al 6,3%.
 
Si se cruza el gasto sanitario público territorializado por habitante con el porcentaje del gasto que se dedica a los conciertos, obtenemos que, de cada ciudadano de Cataluña, el sector sanitario privado obtiene del erario público 368,89 €, por lo que multiplicado por los 7.288.070 de habitantes de Cataluña, la cantidad de gasto sanitario público que se dedica a conciertos con el sector sanitario privado asciende a 2.757.627.568,42 €
 
Aplicando los mismos cálculos, obtenemos esta tabla.
Población total
GSP por habitante protegido
% GSP en conciertos
GSP-conciertos por habitante
€públicos en sector privado
Andalucía
8.177.350
1.310,47
4,72
61,85
505.803.311,53
Aragón
1.318.920
1.610,84
3,88
62,50
82.433.280,80
Asturias
1.057.140
1.661,82
6,68
111,01
117.352.663,17
Baleares
1.074.950
1.301,10
4,75
61,80
66.434.328,64
Canarias
2.085.980
1.494,26
9,6
143,45
299.231.661,58
Cantabria
577.880
1.406,97
3,78
53,18
30.733.661,33
Castilla y León
2.510.630
1.472,07
3,95
58,15
145.985.012,61
Castilla - La Mancha
2.037.760
1.506,74
3,66
55,15
112.375.706,79
Cataluña
7.288.070
1.449,48
25,45
368,89
2.688.515.528,57
Comunidad Valenciana
5.019.140
1.353,29
5,84
79,03
396.673.355,08
Extremadura
1.081.010
1.694,99
3,96
67,12
72.559.125,14
Galicia
2.737.030
1.507,11
5,63
84,85
232.237.797,45
Madrid
6.300.460
1.335,03
7,57
101,06
636.735.645,71
Murcia
1.452.150
1.646,19
7,07
116,39
169.009.396,96
Navarra
616.900
1.633,59
6,46
105,53
65.101.403,95
País Vasco
2.134.700
1.692,06
7,12
120,47
257.177.282,32
La Rioja
316.340
1.514,98
6,99
105,90
33.499.489,25
Ceuta
72.600
1.565,16
5,95
93,13
6.761.021,65
Melilla
70.450
1.723,66
5,31
91,53
6.448.031,08
España
45.929.500
1.364,24
9,04
123,33
5.664.361.041,63
 
En definitiva, España dedicó en 2009  más de 5.664 millones de Euros a conciertos con el sector sanitario privado pero el 47,46% de los mismos se ha gastado exclusivamente en Cataluña (368,89 Euros por habitante protegido). En cambio, Aragón, Comunidad Autónoma limítrofe, apenas gasta 82,43 millones de Euros (62,5 Euros por habitante protegido). Ambas comunidades tienen resultados similares en cuanto a Esperanza de vida al nacer (Cataluña 82,2; Aragón 82,3) o Mortalidad General ajustada por edad (487 y 482,5 respectivamente)

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